Últimamente estoy más pervertida que de costumbre. Hace unas semanas os conté alguna de mis fantasías en un post donde contaba verdades disfrazadas de mentiras, me encantó escribir desde mi yo más perverso. Me gustó tanto que ahora me es más fácil escribir aquello que de verdad siento. Como ya os dije tengo sueños (sin estar dormida) muy húmedos. El otro día me quedé hipnotizada mirando hacia la nada, sintiéndome muy hombre y soñando que me la chupaban con un RedLips que me ponía demasiado a tono.
STOP, rebobinemos. Empezaré desde el principio.
No es que me sienta hombre habitualmente pero cuando se trata de fantasear me convierto en más de un género. Dejémoslo en que soy muy camaleónica en ese aspecto. Eso me permite fantasear de mil y una formas diferentes, imaginando que tengo distintos genitales. ¡Brutal! Ya lo sé.
No es la primera vez que me ocurre algo así, ya he fantaseado con más de una cosa pensado con mi NO pene. Os aseguro que tengo una tremenda capacidad para soñar con genitales diferentes a los míos y montarme unas películas dignas de producción hollywoodiense. Pero esta vez mi fantasía iba mucho más allá, era más perversa y real que nunca.
Fantasía desde otro punto de vista
Podía sentir como mi glande se rozaba con los labios, veía como lo disfrutaba y además sentía como su redlips manchaban toda mi polla. Los ojos, ¡Oh dios que ojos! Me miraba como si fuera la última chupada de su vida. Sabía que lo estaba disfrutando, os diría que incluso más que yo.
Me encantaría saber qué es lo que sientes cuando tienes pene, pero os juro que sentía que me iba a explotar. Era tal la fantasía, tan real, tan… indescriptible, que hubiera pagado por quedarme atrapada en ese instante por mucho tiempo.
Chupa, chupa y chupa… pasa el glande por tus labios y mírame
Tenía cogido el ritmo (mi ritmo), sabía hacerlo lento pero muy intenso. Sabía chupar con fuerza pero con toques de delicadeza que me hacían volverme “loco” literalmente. Sabía que le gustaba. No chupaba, saboreaba y me miraba con cara de; ¡Dame más!
El pintalabios desapareció, se lo comió y no le importaba. Seguía mirando con ojos de traviesa y NO PARABA DE CHUPAR. – ¡Oh fuck! ¿Por qué huevos no tendré polla? –
Esto me dio que pensar; ¿Será que esta fantasía es la verdad más disfrazada de mentira que he provocado jamás? Ella era Ruby Rose y la verdad, no puedo tener más ganas de follarmela. Soy muy consciente de que eso es 100% inviable, pero coño dejarme que sueñe despierta y que disfrute comiendo algo que no tengo con esos ojos de gata.
Fueron 3 minutos o quizás algo menos, no importa, para mi fueron los minutos más excitantes del mundo. Cuando salí de esa mente nublada, pensé; Si soy capaz de sentir algo así ahora seré mucho más capaz de recrearlo.
Os engañaría si dijera que no disfrutaba del sexo oral, porque me encanta. Pero después de esa fantasía supe todavía con más seguridad que la actitud era lo más importante. Sus ojos, su manera de lamer, besar, chupar… eran tan intensas que a mí me ponía en un nivel de excitación muy heavy.
Conclusión número uno;
Las fantasías nos enriquecen tanto que sin quererlo nos enseña aquello que de verdad queremos sentir.
Conclusión número dos;
Si la chupas, por favor ponle ganas.
Eva XX
en lo personal me encanta chuparsela, pero lo malo que es muy poco lo que aguanta y cuando agarro el ritmo me retira y yo me quedo con ganas de mas.
Es realmente muy satisfactorio hacerlo yo me incluyo porque de verdad disfruto chuparla y rico me hace sentir muuy caliente aww..
Saludos
Jajajaja, qué grande eres! Me apunto la última frase. Es toda una declaración de principios: si la chupas, por favor, ponle ganas…
Bss.