Soy Swinger, placer en pareja

Soy Swinger. Si, fue mi primera vez.

Hola, buenos días. Ya os dije la semana pasada que algo en mi había cambiado y que ahora me tomaría más tiempo para aquello que me hiciera feliz. Gracias a esta decisión me pasan cosas interesantes y estoy encantada de compartirlo con todos vosotros.

Como ya sabéis el viernes pasado hice mi primera clase de pole dance así que aprovechando mi rebeldía cogí carrerilla y si, fui por primera vez a Oops! un club swinger de Barcelona.

Antes de seguir con la intensa experiencia os voy a dejar algunas fotos para que veáis el ambiente. Será mucho más fácil ver y leer para dejar volar vuestra imaginación.

¡IMPRESIONANTE! Eso mismo pensé yo cuando entré.

Cuando vi esa preciosa fachada iluminada algo me decía que la noche iba a ser especial, y no me equivoqué.

Mi contacto con el mundo swinger era y es 0 pero soy demasiado curiosa como para no asistir a este tipo de lugares. Hacía años que me moría de ganas pero nunca encontraba el momento o la persona adecuada.

Yo esa noche tuve un Tuppersex por lo que fue imposible llegar antes de las 3 am. Lo primero que te encuentras es una puerta de forja y un timbre. Recuerdo todavía mis nervios y las ganas que tenía por descubrir que escondía ese precioso lugar.

Swinger sinónimo de respeto, elegancia, libertad y placer.

Se abre la puerta y con dudas me pregunto; ¿Estás segura? No vienes con ninguna intención, pero por si acaso llevas tu mejor lencería y un puñado de preservativos. Dejé de pensar, respire y me dije; ¡Déjate llevar!

Estábamos en un jardín, subimos las pequeñas escaleritas y me quedé quieta, muy quieta. Supongo que era el temor de no querer abrir la puerta equivocada y encontrarme de repente en una orgía. Pero muy lejos de esa idea un chico joven bien apuesto nos pregunta; ¿Queréis entrar? –Es por aquí.

Bien, ya lo has hecho. Estás aquí, y recuerda ¡déjate llevar!.

Gracias (le dijimos) y entramos.

Primera toma de contacto; Un matrimonio desnudo con una toalla liada a la cintura y una mujer que al parecer estaba exhausta de placer y decide irse.

¡Empezamos bien y fuerte!

La entrada cuesta 50€ por pareja, pero nosotros íbamos por lista por lo que además de divertido era gratis. ¿Qué más quieres? 😉

Nos dieron una pulsera magnética que hasta que no descubrí lo que era aseguraba que era la pulsera que abriría todas las habitaciones “del amor”.

Abrí la preciosa y pesada cortina de terciopelo y ¡tachán! Ya no había vuelta atrás, pero me encantó. Me gustó lo que sentí en esa primera toma de contacto. Estaba nerviosa pero muy a gusto, nunca me había sentido así. Sabía que estaba nerviosa porque en cierto modo me veía capaz de cualquier cosa.

Nos costó cosa de 10 minutos ubicarnos. Nos quedamos parados en el Hall mirando hacia los lados y preguntándonos; ¿Y ahora qué?

Al fin vimos a alguien que conocíamos y se dispuso a enseñarnos ese precioso lugar. De verdad, era uno de los sitios más bonitos que he estado jamás.

Nos explicaron que el lugar donde estábamos era el hall, donde la gente se sentaba a relajarse. Nos enseñaron la mazmorra, los jardines, la piscina climatizada, la “mini” discoteca, la habitación privada para parejas y un sinfín de rinconcitos y espacios “secretos” llenos de glamour.

Por fin había conseguido relajarme del todo y ahora si sentía que estaba en mi salsa. Pensé; no habrá nada que me pare.

Meneos varios aquí y allá

El dress code del lugar es elegante y la gente se lo toma bastante al pie de la letra. Aunque es sólo por un rato, al final el dress code se convierte en algo así.

Después de revolotear y ver el ambiente de aquí y allá. Fuimos a la parte de arriba de la preciosa mansión.

¡Woow! Era espectacular. Tenía unas vistas preciosas y una decoración de escándalo.

Ahora entramos en materia. ¡Dios mío! Jajaja ¿Esto qué es un matadero? ¿Están matando a alguien y nosotros sin saberlo? ¡Madre del amor hermoso! Jajaja Enserio los gritos de ese lugar eran pá cogerse el culo y flipar.

Al fin tenía motivos visibles que me recordaban dónde estaba. Era tan sencillo como sentarte con tu pareja y dejar volar tu imaginación. Podías hacer todo lo que quisieras, cómo y con quien te viniera de gusto, pero sin nunca saltarse la regla swinger número uno, EL RESPETO.

Es el lugar perfecto para dejar volar tu imaginación, para cumplir tus fantasías, para llenarte de placer, para hacer aquello que nunca pensaste que harías, en definitiva para dejarse llevar y disfrutar. Me sorprendió gratamente el respeto que respiras en ese lugar. No harás nada que no quieras hacer, eso me dijeron y así fue.

Mientras disfrutaba de una coronita charlaba con esta pareja swinger que conocía y pude empaparme de verdad de este curioso mundo hasta que entendí en profundidad qué es y cómo se vive el mundo swinger.

No trato de convencer a nadie, pero si os cuento mi experiencia y os invito a que probéis porque de verdad, merece mucho la pena. Como os decía era mi primera vez y aunque no cerraba las puertas estaba bastante lejos de querer probar esa misma noche y así fue. Pero me quedo con mucho más que todos los orgasmos que aquellas personas pudieron sentir. Me quedo rica emocionalmente y con un muy buen sabor de boca. Me hizo replantearme muchísimas cosas acerca de mi sexualidad y de mi forma de vivir la vida en pareja.

Please, quiero una tia como Ruby Rose

Si vi algo negativo en esta primera toma de contacto. ¿No hay parejas swinger “jovencitas” y de buen ver? Espero que no me malinterpretéis y tampoco estoy dando nada por hecho, ya que una vez no es suficiente para asegurar algo así. Pero me dio la sensación de que el tipo de parejas que frecuenta estos lugares son personas de entre 35 y 60 años con un poder adquisitivo alto. Igual hubiera sido diferente si hubiera visto a una Ruby Rose rondando por allí.
Cuando salí de allí pensé ¡Oh shit! ¿Por qué narices no había una tiarrona llena de tattos mirándome con cara de loba? He de decir que me quedé con las ganas de algo así. Pero mi fantasía estaba muy lejos de la realidad.

Que sepais que es un error pensar con el churro caliente; Oh sí, tengo una churri que me cuida y luego me follo a todo lo que se menea. ¡Error! Esta pareja me dijo algo muy sencillo que me gustó y fue; Yo soy Swinger por mi mentalidad es swinger. Hablamos de otras cosas, de otra forma de vivir, una manera diferente de entender la sexualidad y la vida en pareja, no confundamos esto con; Qué bien, tengo pareja y me dejan follar a todo lo que me plazca. Hablaremos en profundidad en otra ocasión y con una pareja swinger.

En resumidas cuentas. La experiencia fue súper positiva y las parejas swinger son muy muy molonas. Volveré, no sé cuándo pero lo haré.

Dejarme vuestras opiniones y/o experiencias. Será un placer conocer todas vuestras batallitas swinger.

Eva XX