Masajes tántricos como alternativa ante el aburrimiento erótico.
Hace unas semanas pedí a través de instagram que me enviarais relatos, fantasias, experiencias o cualquier cosa que quisierais compartir y yo lo publicaría en el blog. Recibí muchos mails (los leerás en las próximas semanas/meses). El primero que publiqué fue «Y ahí estaba él» de Insomnio rojo, un fantástico relato capaz de erizarte la piel y devolverte a la esencia de la autenticidad sexual. Una muestra del deseo carnal.
No pienses con esto que ya no quiero escribir. Como ya sabrás el Blog de Eva es algo realmente importante para mi, por esa misma razón pensé que publicar algunos de vuestros escritos de vez en cuando abriría mentes y enriquecería almas.
Espero que os guste el post de hoy, a mi me encantó esta historia. Hay mucho contenido interesante aquí, puedo hablar largo y tendido de estos temas relacionados con la comunicación en pareja, la creatividad erótica, el aburrimiento sexual, gestión de emociones, etc. ¿Te resulta interesante que hable de todo eso? Te invito a que leas el post y después me cuentas en comentario o en mis redes sociales que te ha parecido.
Masajes tántricos en pareja
Hace un año que comenzamos con esta aventura que hoy nos gustaría compartir contigo y que tanto hemos disfrutado los dos.
Somos una pareja la cual empezamos muy jóvenes, con tan solo 15 años comenzamos la relación, sin haber tenido pareja antes, ni ningún tipo de relación sexual.
Después de 20 años juntos decidimos alimentar nuestra relación de algún modo, porque veíamos que estábamos en nuestro mejor momento como pareja, pero en el sexo necesitábamos algo diferente a lo que ya habíamos probado.
Un día le comenté a mi mujer que en internet había leído sobre los masajes tántricos en pareja, y le propuse ir a probarlo, y su respuesta fue un no. ¿Una chica tocándonos a los dos desnudos y provocándonos un orgasmo?, me dijo que me olvidara.
Poco tiempo después ella me dijo que podíamos llamar a un centro de masajes tántricos para informarnos y que si íbamos la masajista estaría vestida y sería un masaje sin terminación.
Y así fue.
Nos presentamos en un centro que previamente elegimos por internet y al cual llamamos para pedir una cita, nos atendió una chica, Ana, nada más entrar nos sentó en un sofá y nos preguntó si era la primera vez y que masaje nos gustaría elegir, le dijimos que era la primera vez y queríamos algo suave y que ella tendría que estar vestida y que el masaje sería sin terminación.
Pasamos a una sala la cual estaba llena de velas, con música relajante y aromas a incienso, la chica nos dijo que nos duchásemos y nos colocáramos desnudos boca abajo los dos juntos en una cama que estaba a la altura del suelo, ella se fue y nos dejó que nos preparáramos, mientras ella volvía estábamos muy nerviosos mirándonos sin saber si nos iba a gustar la experiencia. En ese momento se abrió la puerta y apareció la chica vestida con una bata y con un bote de aceite en la mano, se sentó junto a mi mujer y empezó a hablarnos y a explicarnos todo lo que iba haciendo, eso nos hizo estar más tranquilos, la chica hacía muy bien su trabajo y nosotros cada vez estábamos más cómodos, después de masajearnos todo el cuerpo a mi mujer y a mí, nos pidió que nos diésemos la vuelta y nos pusiésemos boca arriba para continuar el masaje, después de estar un rato masajeando nuestro cuerpo pero evitando tocar nuestras zonas íntimas nos dijo que el masaje había terminado y que lo siguiente sería la terminación.
Mi mujer le pidió que le explicara cómo sería la terminación y ella la colocó de piernas abiertas, ella se puso entre sus piernas de rodillas y masajeó su clítoris con aceite, mi mujer le pidió que continuara y ella fue aumentando el ritmo del masaje hasta que mi mujer consiguió tener un orgasmo, no pudo contener un gemido de placer, me acerqué y la bese,me pareció algo maravilloso, lachica pregunto a mi mujer que si quería que continuase conmigo, pero mi mujer le dijo que nos dejase solos y ella se marcho. Yo con lo que había visto ya estaba satisfecho, nunca me imaginé a mi mujer disfrutando mientras una chica le tocaba. Al quedarnos solos me coloqué encima de ella y empecé a penetrarla, tenía el coño tan caliente que no tardé en correrme.
Salimos de allí encantados con la experiencia y deseando volver a repetirla, y no tardó mucho.
Esta vez nos fuimos al mejor centro de masajes tántricos en nuestra ciudad (Sevilla), y elegimos a la chica que mejores comentarios tenía en los foros de internet (Yaiza), no escatimamos en gasto y elegimos el mejor masaje,de una hora y media, y esta vez la chica estaría desnuda como nosotros y el masaje sería cuerpo a cuerpo.
Este centro de masajes tántricos era muy lujoso, después de charlar un rato con ella y ofrecernos algo para beber subimos a la planta de arriba en un ascensor, allí había varias salas, ella nos dijo que pasaramos a la del fondo que era la más grande y cómoda, nos dejo solo para que nos preparáramos y poco después ella apareció, se quitó la bata y quedó completamente desnuda, yo quería evitar mirarla fijamente, no sé si a mi mujer le podía hacer sentir incomoda, la chica tenía un físico perfecto, un cuerpo de deportista con unos pechos operados pero muy bonitos y una piel morena, todo eso lo pude ver a través del espejo colocado en la cabecera de la cama.
Comenzó con el masaje, esta chica era muy profesional y sabía donde tocar y como tocar en todo momento, su comportamiento era muy correcto y nos hacía sentir muy cómodos.
En la página web del centro de masajes había leído que el masaje incluía una ducha erótica, le dije a la chica que me encantaría ver cómo se duchaba con mi mujer, mi mujer me miró sorprendida y la chica dijo que si, se metieron las dos en la ducha que estaba junto a la cama y empezaron a rozar sus cuerpos que resbalaban mientras se juntaban con el jabón, yo mientras las miraba desde la cama, ellas reían, se que mi mujer sentía vergüenza pero le estaba encantando, la chica empezó a meter su mano entre las piernas de mi mujer y ella fue acelerando la respiración, la chica le dijo que continuarían fuera, yo las estaba esperando con una toalla, se las puse por encima y las abrace a las dos y bese a mi mujer.
Se tumbaron en la cama y continuaron mientras yo las miraba, me encantaba ver cómo le pasaba los pechos por todo su cuerpo mientras le penetraba con dos dedos, le provocó un orgasmo maravilloso, la chica acercó su boca a su entrepierna y soplaba sobre su clítoris mientras ella me apretaba la mano de placer, después mi mujer le pidió que la ayudara a tocarme a mí, cuando las dos me estaban tocando y yo estaba tumbado mirándolas a las dos desnudas, mi mujer le preguntó a la chica ¿mi marido te puede tocar? Ella le dijo, si tú le dejas si, mi mujer me miró y sonrió, en ese momento era el hombre más feliz del mundo, no por tocar a otra chica, si no por haber vivido algo que solo pasaba en mis fantasías y eso era real, tan real que no quería que acabara nunca, pero acabó muy pronto, intente retrasarlo todo lo posible pero no pude hacer nada, las dos se fueron turnando, mientras una me masturbaba la otra pasaba sus pechos por mi cuerpo, termine explotando de placer y entre las dos me limpiaron, yo no podía ni moverme. Nunca pensé que mi mujer dejaría que otro chica me tocara, ni que yo pudiese tocar a otra chica y no despertar celos en ella.
Hoy después de un año y de muchos masajes tántricos ya no nos ponemos límites, los masajes tántricos ahora son con una chica que se llama Cleo, una chica maravillosa y se han convertido en una relación más de amistad que profesional, donde comenzamos en un jacuzzi los tres tomándonos una botella de cava para luego pasar a la cama y jugar, los orgasmos ahora son varios, los masajes mutuos y no sólo con nuestras manos y cuerpos, también con nuestros labios y nuestra lengua y hasta la chica se deja llevar y disfruta con nosotros.
Esta experiencia ha alimentado nuestra relación, ahora nuestro sexo es mejor, más intenso por qué mientras lo practicamos hablamos de los momentos vividos durante los masajes, nos ha abierto la mente a probar cosas nuevas y diferentes.
Ahora intentamos realizar todas nuestras fantasías y no perdernos nada. Siempre probándolo todo juntos y respetándonos.
Gracias a Antonio y su mujer por compartirlo. Me siento una privilegiada.
¿Quieres probar en casa? ¡No te olvides lo esencial para vivir la experiencia de los masajes tántricos!
Gran artículo! Muchas veces las parejas para romper la monotonía hacen masajes de este tipo y como bien describe el autor, poco a poco se va cogiendo confianza y llegando a puntos de más placer. No hay que poner límites!
Increíble Eva! Me parece una experiencia y relato genial, me ha dejad con ganas de hacerme uno, sin duda se añadirá ala lista, gran trabo, sigue así.