¡Hola chicos! ¿Cómo estamos? Anda que yo fui de lo más oportuna hablando del sexo veraniego en mi anterior post, sobre todo porque se fue el sol desde que lo escribí, al menos aquí en Barcelona. Bueno hoy me gustaría que supierais mi teoría sobre el Sexo Sabor Mantequilla. Si, ese sexo soso, insípido y poco apetecible que de costumbre hacemos. Son muchas las parejas que se preguntan porque ya no es como antes y porque ya no tenemos las mismas ganas, pues bien la respuesta no la sé,pero sí creo en que pueden influir muchos factores.
La convivencia, la rutina, la falta de autoestima, la falta de deseo, los dolores de cabeza o barriga, que tienes un amante, o que tu pareja te come el coño mal y no entiendes después de tantos años que pretende con esa actitud de oso, que yo como mujer que soy me inclino más a que es la última la que provoca que practiquemos menos sexo. Como bien dice Jhon Gray, “los hombres son de martes, las mujeres de venus” y está claro que si nos dedicamos a vivir la práctica sexual de los humanos venidos de Marte, nuestro sexo siempre va a ser flojo y poco apetecible. ¿Podríais entender hombres de esta tierra que hay algo más allá de vuestro deseado momento “meterla y fin”? Con esto no digo que no cuidéis de nosotras o que el sexo como vosotros lo entendéis no nos guste, me refiero a que si entendierais que nosotras somos de Venus sabríais que allí el sexo se practica de otra manera.
En cuanto a porque denomino el sexo de mierda, mediocre o de poca calidad, Sexo Sabor Mantequilla, es porque siempre he odiado la mantequilla de algún modo, los sándwich de mantequilla son asquerosos si no los acompañas con jamón, pero también es cierto que el jamón a solas necesita mantequilla, por lo que hay viene mi gran teoría sobre este tipo de Sexo.
El jamón serían todas esas cosas que a nosotras nos gustan como los preliminares bien hechos, el dulce detalle de unas flores, la espontaneidad del sexo loco, los besos dulces y amargos y todas esas cosas que tenemos las mujeres. La mantequilla sería en definitiva todo lo contrario, nada de besos, nada de detalles, nada de masajes, ni nada de actos que retrasen el meterla y disfrutar. Así es que sin duda el sexo necesita de estas dos cosas insípidas que juntas se convierten en algo típico y tradicional pero realmente satisfactorio.
Os ordeno desde hoy y para siempre un cambio, así que “Juntar vuestros gustos y fantasías y por favor dejar de tener Sexo Sabor Mantequilla”
Eva xx
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