Cabe decir que aunque sean conocidos como lubricantes vaginales en realidad también pueden utilizarse para la vulva, el pene o el ano. Si es cierto que algunos están especialmente pensados para el ano, pero en realidad fuera de ellos no hay distinción entre unos y otros. Los lubricantes son eso, lubricantes, independientemente del uso que cada uno le de.
Un lubricante vaginal es un producto de base agua o silicona que aporta un extra de lubricación además de hidratar la piel y aportar mayor elasticidad. Y son estupendos para todo tipo de prácticas ya sea en solitario o en pareja.
La vagina lubrica de dos formas distintas; por el cuello del útero (cérvix) y la propia lubricación de la vagina, además también lubricamos en la vulva gracias a las glándulas de bartolino que están situadas justo en la entrada vaginal. La lubricación es un factor natural que ocurre tras la excitación pero no siempre es así. En algunas ocasiones podemos sentir escasez de lubricación o que ésta simplemente sea inexistente por lo que dificulta nuestras relaciones íntimas. Esto puede ocurrir por muchos factores tanto físicos como psicológicos como por ejemplo la obstrucción de las glándulas de bartolino, temas hormonales que irían ligados al embarazo y la menopausia, la alimentación, las pastillas anticonceptivas y un largo etcétera. Tanto si tienes escasez de lubricación como si no, los lubricantes vaginales son estupendos para todos nuestros encuentros eróticos.