Látigo sexual

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El látigo sexual es la herramienta perfecta para acabar con la rutina sexual, aportar creatividad en tu vida sexual en pareja y disfrutar mucho más dándole rienda suelta a tus fantasías más ocultas. El BDSM ha llegado a tu vida sexual para quedarse, ya lo verás.



¿Cómo podemos usar el Látigo sexual?

Si tu pareja y tú no tenéis ningún tipo de problema a la hora de experimentar en el ámbito sexual, y queréis jugar al rol de Dominante/Sumisx no podéis dejar de utilizar este juguete. Es un accesorio imprescindible con el que se puede llegar a producir y recibir mucho placer en las relaciones sexuales.

Cuando alguien que no ha utilizado nunca un látigo lo coge por primera vez, lo primero que piensa es en utilizarlo en las nalgas, ya que nos da cierto placer el poder que ejercemos sobre la otra persona. Nada más lejos de la realidad, estamos ante un juguete sexual que se puede utilizar de diferentes maneras. Sin lugar a dudas, el látigo sexual, es el juguete perfecto para descubrir nuevos horizontes de placer.

¿Cómo puedo empezar con un látigo?

Lo primero de todo, antes de empezar a atizarle en todas las partes del cuerpo de forma compulsiva y sin medir la fuerza, empieza acariciando con la mano las nalgas de manera suave para conseguir que tu pareja se relaje e ir preparando la zona.

Del mismo modo, puedes usar los flecos del látigo para recorrer todo su cuerpo, de manera que produzcan una suave sensación y, cuando menos se lo espere puedes darle un golpe muy suave. Recuerda que no se trata solo de golpear a diestro y siniestro, sino de jugar y dar placer. Los flecos tienen un efecto suave sobre la piel. Y si quieres animarte a un poco más, elige un látigo de cuero con flecos trenzados. Puedes ir repitiendo esta acción varias veces para lograr así un ritmo placentero.

Ve alternando las caricias en zonas sensibles con pequeños golpes suaves. También puedes usar el mango para estimular los genitales y/o la zona del perineo; trata en la medida de lo posible de ir con cuidado e ir aumentando  de menos a más.

Recuerda que esto es un juego de pareja y confianza, el látigo es un juguete sexual que puede causar mucho daño, así que mide bien la intensidad y frecuencia de los golpes. Los límites los ponéis vosotrxs.

Lo ideal sería acordar entre lxs dxs una palabra clave para así saber en qué momento has de detener el juego. De esta manera, podréis conseguir disfrutar los dos sin sobrepasar ningún límite  

Una técnica muy placentera es alternar entre penetración, sexo oral y el uso del látigo.

El látigo sexual puede alternarse con otras prácticas como los collares de sumisión, los antifaces y un sinfín más de productos. Una vez que habéis elegido el indicado para vosotrxs, ya estaréis listxs para darle uso y disfrutar de sus beneficios.

¿Qué ventajas ofrece el látigo sexual?

No hay que olvidar que el sexo es algo lúdico, y con ello, la sexualidad. Esto implica la búsqueda de la comunicación, la intimidad, el contacto y el placer en pareja.

Experimentar con estas nuevas prácticas puede ayudar a salir de una rutina sexual y darle un poco de chispa a vuestros encuentros sexuales.

Como en toda práctica BDSM o en cualquier experiencia sexual, lo más importante es que siempre exista el respeto entre ambos miembros de la pareja.

La calidad de los látigos es indiscutible, son duraderos, suaves y flexibles, utilizando en su fabricación materiales como el cuero vegano, terciopelo, ante y cuero sintético. Por lo que su cuidado y mantenimiento no requiere un esfuerzo especial.

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