Fusta BDSM

Como con todos los​ juguetes BDSM, ​para empezar a jugar con ellos, las dos personas deben de estar de acuerdo con el tipo de fantasía erótica que van a realizar. Una vez que ambas partes quieren probar el juego del azote, deberán encontrar el tipo de fusta más adecuado para utilizar en el juego.

Existen en el mercado muchos y diferentes tipos de fustas: en tamaños, materiales, colores y formas.

Para empezar tanteando el terreno, las de brazo largo y golpe seco apenas son dolorosas (a no ser que como todo, se haga de forma continuada. Entonces la fricción sí acaba provocando molestia).

Creo que es muy importante elegir un tipo de fusta acorde a lo que vamos a realizar. Si realmente buscamos infringir daño como castigo (como juego), una fusta de brazo largo y cabezal de plástico no es lo más oportuno. Este tipo de fustas son quizás las más indicadas cuando lo que se trata de hacer es más "psicológico" que físico.

Las fustas cortas o paletas por el contrario serían de castigo, ya que al ser más cortas, la fuerza ejercida es mayor que si fueran largas.

Igualmente, el material del que esté hecho subirá más el nivel o menos. Si es de cuero probablemente duela o pique más que si es de plástico.

Normalmente, cuando una fusta BDSM es recta y de un solo golpe, es más fácil de manejar. Por lo que sería ideal para personas principiantes.

La gente suele tomar el mango con su mano derecha y agarrar las fusta con la izquierda antes de golpear para poder dirigirla con más fuerza.

Antes de comenzar a utilizar una fusta debes de estar segurx de que tu pareja quiere divertirse con ella. Una vez lo hayáis hablado y estéis de acuerdo, lo ideal es poner una palabra de seguridad para parar los azotes en el momento en que esa palabra se pronuncie; así ambxs os aseguráis de que estáis disfrutando con el juego.

También debes informarte bien sobre que zonas de tu cuerpo o de su cuerpo puedes azotar sin ningún peligro. Pero te adelantamos que la mejor zona son las nalgas.

Prepara la habitación para crear un ambiente más excitante, y comienza a disfrutar. Rompe la monotonía y la rutina sexual. Métete bien en la interpretación de tu rol y obtén placer con una experiencia nueva muy lujuriosa.

Impón el castigo pertinente a tu amante y combina la fusta BDSM con otros complementos, así recrear las fantasías eróticas será mucho más divertido.