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A qué profesional debo acudir

Puede que lleves mucho tiempo con el run run, con una alarmita que te dice que algo no va bien. Puede incluso que no te sientas bien con tu sexualidad o quizás todavía no has identificado que existen cosas en tu cuerpo-mente que podrían mejorar. Sea como sea es importante saber que existen profesionales capaces de ayudarnos y guiarnos hacia una sexualidad mucho más saludable y placentera.

a qué profesional debo acudir

Igual ya sabes que existen profesionales para ello pero te surge la duda más frecuente y a la que todos nos hemos enfrentado alguna vez en la vida; ¿a qué profesional debo acudir? o mejor aun; ¿existe algún profesional que me pueda ayudar con esto que me pasa?🤔 La respuesta es SÍ. Siempre hay alguien que pueda ayudarte a mejorar la relación que tienes con tu sexualidad y nosotros te vamos ayudar con ello.

Primero es importante que sepas que la sexualidad no es un algo aislado de nuestro cuerpo, sino que un todo. Es identidad, es algo que somos, por lo tanto la sexualidad nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. La sexualidad fluye de forma dinámica a través de nuestro cuerpo y varía a lo largo de los años dependiendo de la edad, costumbres, educación y experiencias. Esto te lo explicamos para que entiendas que nunca es demasiado tarde para mejorar tu relación con la sexualidad y que todo lo que hemos aprendido se puede desaprender de la misma forma que podemos aprender aquello que no sabemos, y no, no necesitamos saberlo todo pero sí más de lo que sabemos.

Por último nos gustaría decirte que olvides la palabra normal (al menos en este espacio). En sexualidad no hay nada normal. Somos, todos, seres sexuados, por tanto existen 7 mil millones de formas de vivir nuestra sexualidad. Es importante que entiendas que en cuanto a fantasías, fetiches, prácticas, etcétera, a partir de ahora nos referiremos como legal o ilegal así dejaremos de lado la palabra normal. Lo único que determina si nuestra conducta es “normal” o no, es si ésta es legal o ilegal. Pero, ¿qué ocurre cuando nos referimos a otro tipo de asuntos como el dolor durante el coito, el dolor menstrual, la imposibilidad de tener un orgasmo, la eyaculación precoz y un largo etcétera? Pues pasa que existen profesionales maravillosos que nos pueden acompañar en todo este proceso hacia una relación afectivo-sexual más saludable con nosotros y con nuestro entorno.

A continuación vamos a nombrar las dudas más frecuentes y los profesionales que pueden ayudarnos con ello. ¡Allá vamos!

Disfunciones sexuales

a qué profesional acudir

Entendemos como disfunción sexual aquello que nos dificulta o no nos permite disfrutar de las relaciones sexuales. Esto puede afectarnos de forma emocional e incluso en nuestra vida en pareja. Las disfunciones sexuales pueden aparecer al comienzo de nuestra vida sexual o desarrollarse con el tiempo.

Éstas pueden aparecer de forma esporádica, intermitente en el tiempo o de forma repentina imposibilitando nuestras relaciones sexuales de forma total o parcial. Las causas principales de las disfunciones sexuales son:

  • Físicas
  • Psicológicas (psicoeducativas)
  • Ambas

En muchas ocasiones se debe a una falta de educación sexual, a una educación sexual incorrecta o a una conducta sexual poco saludable y respetuosa con nosotros mismos. Esto puede desarrollar disfunciones sexuales y en consecuencia una sensación de malestar emocional general. Y aunque muchas de ellas son habituales no significa que debamos normalizarlas o hacer como si nada pasara porque nos merecemos una vida sexual más saludable y placentera.

Estas son las disfunciones sexuales más frecuentes:

  • Disfunción eréctil: es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección.
  • Eyaculación precoz: la eyaculación antes de lo deseado al tener relaciones sexuales.
  • Anorgasmia: imposibilidad de tener un orgasmo.
  • Vaginismo: contracción involuntaria de los músculos vaginales que imposibilita la penetración de forma total o parcial.
  • Dispareunia: dolor durante el coito.
  • Clitorodinia: dolor en el clítoris.
  • Vulvodinia y vestibulodinia: dolor vulvas y/o entrada vaginal.
  • Disorgasmia: dolores asociados al orgasmo.
  • Problemas de lubricación: ausencia total o parcial de la lubricación.
  • Eyaculación retardada: imposibilidad para eyacular.
  • Falta de deseo sexual: ausencia del deseo sexual.

importante

¡Importante!

Las disfunciones sexuales no están determinadas por lo contado anteriormente sino por cómo eso te hace sentir. Si por ejemplo eyaculas en poco tiempo (2 minutos por ejemplo) y a ti no te causa ningún malestar, ¡estupendo!

importante

¡Importante!

También pueden ocurrir de muchas formas; recurrentes o esporádicas. Puedes, por ejemplo, experimentar una disfunción sexual en pareja pero no en la masturbación y viceversa o en todos tus encuentros eróticos.

Disfunciones sexuales del suelo pélvico

  • Incontinencia urinaria: es la pérdida del control de la vejiga.
  • Prolapsos: caída o desprendimiento del útero.
  • Estreñimiento: endurecimiento de las heces, por lo cual se hace muy difícil su expulsión.
  • Dolor pélvico crónico.
  • *Dispareunia y vaginismo.
  • *Anorgasmia 

    *Mencionadas anteriormente.

Este sería el procedimiento general a seguir cuando ocurre cualquier tipo de disfunción sexual:

1. Descartar las causas físicas.

Visitando en primera instancia a un/a ginecólogo/a o un/a urólogo/a, probablemente te diga que todo esta bien ya que gran parte de las disfunciones sexuales no están pensadas para ser tratadas por este tipo de profesionales. Puede incluso que este profesional no te derive a otro profesional (cosa que debería hacer) y te recete “pócimas mágicas” como anticonceptivos, medicamentos o un bote de lubricante. Aléjate de ellas y pasa al segundo paso.

2. Visita un/a fisiosexólogo/a.

La fisiosexología es la rama de la fisioterapia encargada de mejorar y/ rehabilitar las funciones eróticas. ¡Aquí es donde se hace la magia! Estos profesionales son capaces de ayudarnos en mucho más de lo imaginamos. Un buen profesional lo primero que hará será llevar a cabo una valoración de tu cuerpo (incluso de partes que no imaginas que puedan tener relación con tu “problema”). Dependiendo de lo que haya detectado en la valoración llevará a cabo los ejercicios pertinentes y/o te derivará a un psicólogo/a (si hiciera falta su acompañamiento en el proceso).

Gran parte de las disfunciones sexuales tienen una causa física y emocional (educacional). Si tan solo se trata de una causa física puede que también se necesite el acompañamiento de un sexólogo/a puesto que con el tiempo puede acabar afectando emocionalmente. Por ejemplo: tienen anorgasmia, visitar un fisiosexólogo/a y resulta que la causa es física, pero llevas tanto tiempo sintiendo mal con la imposibilidad de tener un orgasmo que emocionalmente te encuentras agotada. En este caso lo ideal sería hacer un acompañamiento con ambos profesionales.

3. Terapia psicológica 

El último paso no estaría contemplado para todo el mundo, se trata de la terapia psicológica. Como hemos comentado anteriormente la causa puede ser únicamente física (aunque es difícil) y no haría falta un acompañamiento psicológico, pero en muchas ocasiones los profesionales como los psicólogos y/o sexólogos son una parte fundamental del proceso.

En cualquier caso te recomendamos que…

  • Evita a toda costa la medicación o los anticonceptivos sin antes haber visitado dos profesionales como por ejemplo ginecólogo/a y fisiosexólogo/a.
  • Di NO a los remedios “caseros” o los consejos de personas de tu entorno que no sean profesionales.
  • Aléjate de los consejos “infalibles” que veas o leas en internet. Contrasta toda la información que recibes y apuesta siempre por aquellas fuentes escritas por profesionales.
  • Olvídate de los productos mágicos, no existe la panacea. En casos como por ejemplo la eyaculación precoz, la disfunción eréctil, escasez de lubricación o las disfunciones de suelo pélvico puedes encontrar productos en tiendas eróticas que “ayudan” a mejorar el problema pero en realidad estos no serán nunca la solución.
  • Edúcate sexualmente y antes de hacerlo contraste la información para asegurarte que es verídica.
  • Evita de juzgarte y/o presionarte. Muchas cosas de las que ocurren son muy frecuentes por lo que vivirlo con naturalidad y acudir a un profesional será la muestra más grande de amor propio que puedas hacer por ti.
  • No te preguntes “¿es esto normal?” y actúa. Si algo no te hace sentir bien, ¡cámbialo!

¿Necesitas más ayuda?

Puedes ponerte en contacto con nosotros a través del chat de la web o formulario de contacto y te respondemos como un cohete.

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